Nuestra Rosa Cristina Báez
Por: Julio Alejandro Gómez Pereda / Palabras entre el café
Ha muerto Rosa Cristina Báez, y su epitafio será doloroso y puro, ha escrito con su vida una bella página de ésta Patria nuestra.
Cuando uno entra en La Polilla Cubana, inmediatamente salta ante la vista una breve descripción hecha por Rosa: “ME DICEN LA POLILLA CUBANA… Pero mi nombre es Rosa C. Báez. Durante 35 años trabajé en la Biblioteca Nacional José Martí, allí redacté y edité los Boletines La Polilla y Librínsula. Bloguera desde 2008, en mis blogs encontrarás información verídica, siempre desde la óptica de los pobres de la tierra. Aquí estoy: Dispuesta al diálogo sincero aunque sea apasionado, pero sin admitir ofensas o descréditos. ¡Te espero!”
Pero La Polilla no solo promete buenos textos y goce intelectual, viajar por la páginas del blog, nos adentra en un mundo lleno de amor, amor a la Patria, uno de los más puros y más profundos que existen y con ella hemos amado miles de nosotros.
Rosa fue guía y faro, fue apoyo indiscutible y motivación constante. Su humildad fue lo primero que aprendí a amar de ella, su sentido de la justicia y su actitud implacable contra los enemigos de Cuba, la convierten en una hija digna de este pueblo que sabe quererla bien, porque siempre se sintió querido y protegido por ella.
Cuba la recibe en la tierra, como semilla que germinará en la actitud de miles que hemos crecido a su lado.
Como me hubiese gustado despedirme, haberle dado un profundo beso de agradecimiento y fuerza.
En días como hoy, se rompen las barreras de las concepciones filosóficas y siempre terminamos por pensar: estés donde estés, nuestro amor estará contigo.
Un gran beso Rosa. Tu partida solo ha logrado inmortalizarte.